Conde de los Andes no para

Conde de los Andes sigue evolucionando. Las instalaciones de vinificación se amplían, los espacios de recepción de visitantes se renuevan. Por encima de todo, se siguen abriendo antiguos ?calaos?, que se adecúan para sumarse a la que seguramente es una de las experiencias de enoturismo más genuinas y emocionantes del panorama bodeguero español.

Como si de una rápida guía de visita se tratase, os presentamos cuatro espacios neurálgicos que simbolizan los cambios recientes de nuestra bodega de Ollauri.

1. La (nueva) fachada principal

Durante siglos fue una entrada secundaria pero actualmente, desde que en 2015 abrimos la bodega a las visitas, se ha convertido en la puerta principal. En los últimos tiempos dos sencillos elementos han reforzado ese papel preeminente: a ambos lados de la puerta, sendas placas dan la bienvenida. Una de ellas nos reconoce como bodega ganadora del premio internacional Best of Wine Tourism en 2017. 

A través de la puerta corredera de cristal, intuimos el fantástico espacio de recepción, que para los visitantes constituye una antesala funcional y estética a las maravillas que aguardan en el subsuelo. 

 

2. El Calao de los Candiles, aún más emblemático

Es sin duda uno de los espacios más recordados por los visitantes. Por sus dimensiones, su especial atmósfera y sobre todo porque aquí es donde Cristina y Eli, nuestras responsables de enoturismo, cogen del botellero una botella de la añada 2005 y la abren in situ para agasajar a nuestros huéspedes. Catar un vino añejo en un lugar como este proyecta la experiencia del vino a una dimensión nunca antes vivida. Es de esos momentos que confirman el carácter casi sobrenatural del vino.

3. Botellas nuevas en viejos calaos

Algunos de los espectaculares pasillos subterráneos vuelven a su función original: acoger la tranquila maduración de las botellas de vino. Así, en los calaos que quedan por debajo de la actual bodega de elaboración hemos instalado botelleros nuevos, que parecen saludar el paso de los visitantes en su camino hacia la nave de barricas, una amplia estancia definida por la sobriedad del hormigón.

 

4. Pronto, el Calao Solidario

Una de las actuaciones más recientes es la rehabilitación de un pequeño calao situado anexo al llamado Calao de los blancos. Su datación podría remontarse como mínimo al siglo XVI. En este espacio, de apenas 8 metros cuadrados, hemos previsto la instalación del Calao Solidario de la Fundación Maga, un lugar que estará dedicado a presentar las actividades de la fundación y a alojar eventos relacionados. Próximamente seguiremos informando.