Gastronomía de Malasia, vinos de Rioja

A un ritmo tranquilo pero seguro, Malasia se está convirtiendo en uno de los principales mercados asiáticos para nuestros vinos, especialmente para la gama premium de Rioja, Viña Muriel. Así que hemos querido saber un poco más sobre la cultura gastronómica del país y explorar algunas posibilidades de maridaje.

La comida malaya es conocida por ser la suma de muchas influencias deliciosas ?chinas, indias, indonesias y malayas. Esto, por supuesto, refleja la rica composición multiétnica de su población. Hay varios ingredientes esenciales que se pueden encontrar en muchas recetas, ya sean de carne, pescado o verduras: chili, coco, salsa de soja, citronela y tamarindo como condimentos y preparaciones de salsas como el belacan, un tipo de pasta de gambas que se presiona en bloque y se seca al sol. Muchos platos incluyen  arroz, que es el alimento básico más importante de Malasia.

A continuación, algunas recetas destacadas, junto con vinos que pueden acompañarlas de forma ideal.

Nasi lemak

Un plato popular a base de arroz al vapor con leche de coco y hojas pandan que aportan una rica fragancia. De origen malayo, es considerado el plato nacional. Se sirve habitualmente con ikan bilis o anchoas fritas, cacahuetes, rodajas de pepino, huevos duros y sambal. Aunque a menudo se toma desayuno, gracias a su versatilidad de preparaciones, se come en cualquier momento del día. Para una ágape más importante, el nasi lemak puede servirse con pollo frito, curry o un guiso de carne picante llamado rendang.
Lo combinaríamos con un Muriel Fincas de la Villa Rosado: ¡su boca vibrante y sabrosa va genial!

Nasi kerabu

Desde el estado de Kelantan, al norte de la península de Malasia peninsular, llega esta propuesta cuyo llamativo color procede de las flores de telang, que se trituran y se mezclan en harina. El plato se cubre de brotes de soja y coco frito y se empapa en budu picante, una salsa de pescado fermentada.
Una gran opción vínica con el nasi kerabu es el Muriel Fincas de la Villa blanco joven. Sabroso y refrescante, su parcial y corta crianza en barricas de roble le confiere un ligero cuerpo que permite potenciar la experiencia del sabor.

Ikan bakar

La traducción literal de este plato es "pescado quemado". Un intenso bocado de mar que se marina en el fundamental sambal, se coloca sobre una hoja de plátano y se asa a la llama. Es genial para compartir y para tomarlo con un vino blanco de corpulencia y profundidad destacables: Viña Muriel Blanco Reserva. Su sabor potente y largo funciona perfectamente con el ikan bakar.

Satay

Malasia tiene sus propias variaciones de  pinchos a la parrilla. En todo el país se preparan con pollo, vacuno y cerdo, esto último en zonas y establecimientos no musulmanes. Las salsas varían de una región a otra, pero entre ellas sobresale la muy popular salsa de cacahuete. Un Muriel Fincas de la Villa Crianza, vivo, vibrante y lleno de fruta, que siempre va muy bien para todo tipo de comida callejera, sería perfecto con el satay.

Rendang de buey

Aunque a veces se le considera erróneamente un curry, los foodies de la gastronomía Malasia puntualizan que este olla de carne con leche de coco y especias no tiene nada que ver. La principal diferencia está en cómo se prepara: cocido a fuego lento, para que la carne absorba las especias hasta que el líquido rosado se evapore por completo.
El rendang se encuentra por toda Malasia, especialmente en fiestas señaladas. Lo tomaríamos con un vino tinto Viña Muriel Gran Reserva, fino y profundo, originario de las viñas más antiguas de Elciego, Rioja Alavesa.

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Esta última foto muestra el interior de una de las tiendas de nuestros importadores de Malasia, en Kuala Lumpur. Al final, a la izquierda, se pueden ver una caja de Viña Muriel Reserva.