El vino, sin complicaciones, por favor

"Tenemos vino descomplicado"

Cuando vimos este cartel en un bar de vinos de São Paulo, nos encantó. Transmite una filosofía atrayente "¡y necesaria!", que aún no ha calado tanto como debiera en muchos segmentos del mercado, sobre todo en España. "Vinos sin complicaciones". A veces, en nuestro país, el consumo de vino parece estar en el extremo opuesto: lleno de barreras y estereotipos, cargado de ceremonia y rituales pomposos, de palabras arcanas y códigos enigmáticos. En no pocas ocasiones tanta aparente complejidad ha convertido el sencillo y popular hecho de tomarse un vino en algo poco habitual. Es una pena.

Por eso hay que volver a la simplicidad. Al origen: la idea del vino como bebida cotidiana, cercana, relacional y propia de un país mediterráneo. Una bebida que hace pocas décadas formaba parte con naturalidad, y siempre en cantidades saludables, de nuestra alimentación diaria.

Imagen de una cata de vinos "descomplicados" en el restaurante Casa Europa, en São Paulo (Brasil)

¡Qué paradoja que nos lo tenga que recordar un colorista mensaje colgado de un local brasileño! Tenemos mucho que reaprender, y los nuevos mercados vinícolas nos muestran el camino. Las nuevas formas de consumo en países como Australia, Brasil, Ecuador, México y, no digamos, Estados Unidos, nos ponen delante de los ojos la versión más desenfadada y libre del mundo del vino. Solo hay que ver cómo se trata en muchas series norteamericanas, donde el vino asoma con frecuencia y plena normalidad: llega un personaje a casa y no es raro que se sirva una copa de tinto, por ejemplo.

De acuerdo, seamos "descomplicados" pero, ¿con qué vinos?

Es la gran pregunta. Como consumidores tenemos a nuestra disposición tal cantidad de oferta "procedencias, tipos, estilos, marcas" que cuesta decidirse. Y si algo cuesta, puede llegar a provocar cierto hastío: ¿para qué perder tiempo eligiendo si tengo al alcance de la mano,de forma inmediata, un refresco o una cerveza?

La responsabilidad de nuestro sector es multidireccional: requiere más claridad, una comunicación más fácil y sencilla, y la capacidad de ordenar el propio catalógo pensando en momentos y estilos de consumo.

Entre las principales iniciativas de Muriel Wines está la apuesta por una gama que pone en valor la simplicidad y un mensaje directo: Real Compañía de Vinos. Es la marca más rápida de entender. En ella no importa el origen ni el discurso territorial. Se centra en el placer y en el estilo de vida que da carácter a la cultura de nuestro país. Real Compañía son vinos frescos hechos con variedades de uva españolas. No hay más, no hay menos. En todo el mundo, a caballo del desarrollo de nuestra gastronomía, de las tapas y los embutidos, del estilo de vida amable y abierto esta idea triunfa.

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