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El consumidor está ávido de diferenciación"

El consumidor está ávido de diferenciación"

Javier Murúa sobre el debate de la clasificación (segunda parte)

Continuamos la conversación con Javier Murúa acerca del tema de la clasificación de vinos por origen, que iniciamos hace unas semanas aquí.

¿Cuáles deberían ser los ejes de la nueva zonificación o clasificación por origen?
Un vino de origen puede seguir el mismo esquema que las categorías tradicionales de envejecimiento, si bien basado lógicamente en la procedencia y no en el tiempo de crianza. La clave está en la diferencia. Y en cómo el mercado y los consumidores van trazando su aceptación a partir de esa diferencia. El consumidor será quien decida si le gusta más un vino de Elciego, de Laguardia o de Navaridas. Pero lo primero es buscar el reconocimiento de los patrones genéricos, Rioja en este caso, y luego, a partir del tronco común, trazar las diferentes complejidades.

¿Cómo hacerlo?
Toda ampliación de gama tiene que estar justificada por una diferenciación. Si vas a decir que uno de tus vinos es de un pueblo o de una parcela concreta, tienes que proponer una distinción real respecto a otros vinos de tu bodega que no lleven escrito ese origen.

Se trata entonces de dotar de contenido a los nombres de los orígenes.
Eso es. Es necesario justificar la nomenclatura ligada al origen. Cuando tú has elaborado un vino que es diferente, el hecho de poder nombrarlo según su origen te abre un abanico de posibilidades. Pero es un abanico más entre los que ya tienes disponibles, como el tiempo de crianza, el tipo de barrica, la modalidad de vendimia, la edad de las cepas, etc.

¿Cómo recibe el consumidor todo esto? ¿Y cómo se puede evitar cualquier posible confusión?
El consumidor está ávido de información y de diferenciación, y quiere ser él mismo quien elija lo que le gusta. Diversificar en términos de origen supone apelar a su curiosidad.
En el otro extremo, es cada marca, cada bodega, quien se tiene que encargar de crear reconocimiento hacia los vinos que crea. Y a nivel colectivo, es el consejo regulador quien debe promocionar las nuevas categorías.