Disfruta el gótico de Rioja Alavesa
Exploramos el estilo medieval en iglesias, murallas y casas medievales
El vino, el paisaje y los paisajes del vino son los grandes atractivos de Rioja Alavesa. Pero hay más. Solo hace falta bucear un poco en la larga historia de estas tierras de la margen izquierda del Ebro para encontrar destellos de un pasado repleto de interés.
¿Os gusta el arte gótico? En este artículo nos fijamos en los testimonios arquitectónicos del estilo medieval de mayor pervivencia y arraigo en toda Europa. En nuestra zona, las portadas de las iglesias de los pueblos de Leza, Navaridas y Oyón muestran la solidez y el equilibrio decorativo del gótico, pero el estilo brilla especialmente en la villa de Laguardia, capital histórica de Rioja Alavesa.
Laguardia: iglesia de San Juan y tramo de la muralla
Desde la distancia o al pie de sus puertas medievales, Laguardia deslumbra por la fantástica conservación de su patrimonio. El casco urbano está rodeado por la muralla navarra terminada a principios del siglo XIII, buen ejemplo de la arquitectura defensiva de la primera etapa del gótico.
La trama de calles, salpicada de casonas blasonadas, conduce a la cumbre del gótico riojano-alavés: la iglesia de Santa María de los Reyes. Su pórtico, construido y esculpido en el siglo XIV, es una de las joyas del arte religioso del País Vasco y destaca por su singular mezcla de influencias góticas españolas y francesas. El conjunto escultórico, de gran magnetismo, conserva la policromía original, lo que acentúa su carácter único y justifica por sí solo un viaje a Laguardia.
Pórtico de Santa María de los Reyes, en Laguardia
¿Hay gótico en Elciego?
Como es sabido, la arquitectura contemporánea señorea en nuestro municipio de origen, Elciego. Sin embargo, los reflejos del titanio no pueden ocultar las huellas de un antiguo esplendor. Y es que a partir del siglo XVI se vive una larga etapa de tranquilidad social y económica, que trae consigo el desarrollo del negocio del vino y, por consiguiente, también la construcción en nuestro pueblo de significativos edificios civiles y religiosos. Algunos de ellos han llegado hasta hoy, y entre ellos se adivinan rastros de un gotico tardío, mezclado ya con elementos renacentistas y barrocos.
El caso paradigmático es el de la iglesia parroquial de San Andrés. Se empezó en algún momento antes de 1545 y su primer constructor fue el cantero vizcaíno Juan de Asteasu, quien en pocos años levantó la base de las torres, las columnas y parte de las primeras bóvedas.
Visto desde el este, es decir, desde nuestra Bodega Muriel, el edificio de la iglesia, hecho de piedra de sillería, es una mole imponente. En el extremo opuesto, sobresalen las dos características torres, de factura gótica aunque unidas en la fachada del templo por una elegante loggia de inspiración renacentista. La combinación de estilos es, además de un testigo de la transición estilística del siglo XVI, un ejemplo de inspiración y gracia.
Fachada de la iglesia de San Andrés, en Elciego
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