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Hemingway en los calaos

Hemingway en los calaos

Septiembre de 1956: una visita inolvidable a Conde de los Andes

Si todas las visitas dejan algo ?una sonrisa, una anécdota, un comentario perspicaz?, la de los personajes más relevantes se transforma en un recuerdo imborrable, aunque haya transcurrido mucho tiempo.

Ernest Hemingway estuvo en los calaos de Conde de los Andes a finales de septiembre de 1956. Llegó acompañado de su mujer, Mary Welsh, y de un gran amigo, el torero Antonio Ordóñez, quien el día 21 encabezó el cartel de la feria de San Mateo, en Logroño.

El escritor estaba en la cumbre de su carrera y de su fama. Ya tenía en su bolsillo el Pulitzer y el Nobel, y era alguien muy popular en todo el mundo. Vivía entre Idaho, en Estados Unidos, y su finca a las afueras de La Habana, aunque nunca dejó de pasar largar temporadas en Europa. Su presencia aquel día en Ollauri se enmarca en su segunda visita a nuestro país en la década de los 50. Aún vendría otros dos veranos, en 1959 y 1960.

Una conocida fotografía inmortalizó a Hemingway y Ordóñez asomados a una de las rejas del interior de la bodega. Se ve un brazo femenino acercando una copa de vino al torero. Seguramente se trata de María Luisa Olano, la legendaria gerente de Paternina, casa entonces propietaria de la bodega.

Hemingway en los calaos

"¿Dónde está Antonio?"

Creemos que el lugar donde posaron Hemingway y Ordóñez es uno de los accesos a lo que hoy llamamos Calao de las Grandes Añadas. Este espacio, conocido durante épocas pasadas como la Capilla Sixtina de Rioja, es uno de los más asombrosos del entramado subterráneo de Conde de los Andes. Aquí guardamos botellas de todas las añadas desde la fundación formal de la bodega, en 1896.

Algunos testimonios orales de la visita de Hemingway destacan su maravillada contemplación de las joyas enológicas que ya entonces guardaba el mítico botellero. Entre ellas, se incluía alguna botella del año de su nacimiento, 1899. Tras un buen rato absorto, el escritor se giró bruscamente exclamando: ?¿¡Antonio!? ¿¡Dónde está Antonio!??

El torero se había quedado fuera fumando un cigarro. Al oír las voces de su amigo, corrió rápidamente al interior. Tras algunos minutos, salieron a catar los vinos. Y así, disfrutando de las añadas de estos vinos altoriojanos, finalizó la escapada a Ollauri del icónico escritor de la barba blanca.

Hemingway en los calaos

Ernest Hemingway conversa con Antonio Sánchez desde el burladero de una plaza, en plena faena. La imagen corresponde probablemente a la penúltima estancia del escritor en España, en verano de 1959, tres años después de su visita a Conde de los Andes.

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