Muriel Crianza, el arte de la mezcla

Nuestro enólogo, Chema Ryan, afirma en una imprescindible entrevista en este mismo blog que las grandes diferencias en el seno de una zona tan extensa como la Denominación de Origen Calificada Rioja han propiciado históricamente los vinos de mezcla. Los riojanos hemos hecho de eso, de la selección y la mezcla, todo un arte.

A un nivel más concreto, incluso en cada municipio de los que componen la DOCa la tradición ha marcado un camino de mezcla. Las uvas de diferentes parcelas de viñedo se juntan añada tras añada con un gran objetivo: lograr un estilo inconfundible, resultado del origen y de los factores agroclimáticos pero, por encima de todo, de la personalidad que cada elaborador busca y presenta a un mercado fiel. Esa continuidad es lo que hace de Rioja una marca colectiva tan potente. Un nombre de vino que es imbatible en su capacidad de seducción y fidelización.

Muriel Crianza es uno de nuestros vinos más representativos del arte de la mezcla. Procede de un sinfín de parcelas de viña situadas en varias zonas del municipio de Elciego y de términos aledaños como Baños de Ebro, Navaridas y Laguardia. Todos ellos, en Rioja Alavesa. Al seleccionar sus producciones de uva tempranillo para elaborar el Muriel Crianza, lo que buscamos es un estilo homogéneo y reconocible vendimia tras vendimia. Un estilo que privilegia el carácter aromático, frutal, extraordinariamente bebible. Esto es, una personalidad accesible, abierta a todos los paladares y momentos de consumo. A la vez, de un tono arraigado a la tradición: el crianza es nuestro primer embajador de Rioja Alavesa y debe expresar el sentido de continuidad respecto a lo que ha sido siempre. Con Muriel Crianza no buscamos la especificidad de una viña concreta, sino el equilibrio y la expresión genérica de un territorio más amplio y muy propio: la lomas, terrazas, cuestas y pequeñas planicies de alrededor de Elciego, entre las rocas calcáreas de la Sierra de Cantabria y las orillas del Ebro.

Las llanuras fluviales de Elciego se extienden a orillas del río Ebro, a unos 400 metros de altitud. Buena parte del tempranillo que recolectamos para elaborar Muriel Crianza proviene de las viñas de esta zona, que nosotros clasificamos como "zona A".
A la derecha de la imagen se aprecia, el pueblo de Cenicero, al otro lado del Ebro y, por tanto, ya en Rioja Alta.