Julián Murúa, propietario y máximo responsable de nuestro grupo, explica los orígenes y la filosofía esencial de Muriel Wines.
¿Cómo empezó Muriel?
Como empiezan las empresas familiares: con mucho trabajo y la voluntad "en este caso de mi padre" de sacar adelante a la familia en unos tiempos, principios del siglo XX, en que los vinos de Rioja empiezan a despuntar y venderse por toda España. Mi padre, oriundo de Elciego, tenía algo de viña y ya de joven empezó a comerciar con vinos hechos en su pueblo, que él llevaba a vender a ciudades como San Sebastián y Bilbao. Poco a poco el negocio empezó a crecer y en 1928 da un paso grande y funda la primera bodega familiar, a escasos metros de donde está ahora Bodegas Muriel, en el mismo Elciego.
¿Esa primera bodega ya se llama Muriel?
No, el nombre "Muriel" es una marca que ideó y registró mi padre más tarde, y responde a la suma de las primeras letras de Murúa, Rioja, Elciego. La verdad es que es un nombre bonito y que suena bien en todos los idiomas. En ese sentido mi padre fue muy visionario.
¿Cuándo te sumaste al negocio familiar?
Yo empecé de muy joven en el mundo del vino, como enólogo para varias bodegas y luego elaborando vinos a medida para varios clientes, un oficio del que aprendí mucho y a través del que conocí infinidad de mercados y personas. En los años 80 me planteé retomar la actividad elaboradora propia y así fue como creamos Bodegas Muriel, en 1986.
Pronto vuestros vinos saltan al mercado internacional.
Eso fue algo paulatino y diría que casi natural. Rioja empezaba a ser una marca global y con una creciente demanda en el exterior, así que empezar a exportar fue un proceso lógico. Hoy, ya como grupo Muriel Wines, vendemos fuera más del 70% del vino que producimos.
¿Cómo defines Muriel?
A mí me gusta decir que tenemos un pie en el viñedo y otro pie en el mundo. Es decir, estamos muy arraigados a Elciego, a Rioja Alavesa, a Rioja en su conjunto, y por otra parte nuestro fuerte es entender y atender a los consumidores, estén donde estén.
Y además, con vinos de otras procedencias.
Sí, el propio dinamismo comercial nos ha llevado a elaborar en otras zonas. Además de las bodegas en Rioja (Muriel, Viña Eguía, Marqués de Elciego y bodegas Ollauri-Conde de los Andes), tenemos las marcas Real Compañía "que agrupa a vinos varietales de varias zonas de España" y Pazo Cilleiro, nuestra bodega de Rías Baixas. Esta idea de saber donde pisamos y de ir siempre más allá podemos decir que nos ha guiado tanto desde que éramos una sola bodega hasta el momento actual, en que tenemos marcas como Viña Eguía, de vinos riojanos modernos y accesibles, o como Conde de los Andes, que refleja el prestigio histórico de una gran casa de Rioja Alta a través de vinos de alta gama.
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