Dramatizaciones aparte, a estas alturas el lector ya habrá intuido que eso de espergurar tiene que ver con cuidar la planta. De hecho, la espergura, o poda en verde, es una de las tareas más importantes del ciclo de la vid. También es una de las más desconocidas por el gran público. Consiste en arrancar los brotes sobrantes, los sarmientos que no aportarán racimos o que restarán vigor a la vid, especialmente esos largos tallos estériles que nacen del tronco de la cepa y que denominamos, muy gráficamente, chupones". Es un trabajo que debe hacerse en estas fechas primaverales, cuando los brotes ya han alcanzado alrededor de los 20 centímetros.
Es necesario espergurar, en definitiva, para facilitar el correcto desarrollo de la planta y la calidad de su producción, tanto a corto plazo ?la añada en curso?, como a largo plazo ?la formación de una cepa equilibrada y longeva. Además, la espergura tiene un efecto secundario muy beneficioso: cuando toque hacer la poda de invierno, tendremos menos trabajo a cortar sarmientos leñosos, lo que nos ahorrará tiempo y esfuerzo.
Riqueza lingüística
El latín ?ex-purgare?, que significa?limpiar?, está en el origen de ?espergura?, palabra de uso común en el campo riojano que se ha convertido en el término técnico estándar para nombrar la poda en verde de la vid. Pero existen muchos sinónimos. Solo en el viñedo de la DOCa Rioja se utilizan formas como escardar (Uruñuela), deshornizar (Camprovín y el valle del Tobía), esparrar (Alcanadre) o esforijinar (Cornago). En otras regiones es habitual hablar de despampanar (Navarra), esporgar (Valencia, Aragón, Cataluña), esboldrar (Salamanca)... Y ya sin clara adscripción territorial, la riqueza lingüística de este proceso alcanza vocablos como castrar, deslechugar, destallar, despimpollar, desramillar, desarrocinar, esbordegar, espurgar, escardar, desmamonar y desfollonar.
También te puede interesar: