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Secuoyas cerca de nuestras viñas gallegas

La ría de Pontevedra - secuoyas de Poio

Desde Pazo Cilleiro se puede visitar un curioso bosque frente a la ría

Desde la bodega de Pazo Cilleiro, se divisa al sur la mole del monte Castrove. Laderas boscosas llevan hasta la cumbre erosionada por milenios, donde pacen caballos salvajes. Los contrastes de esta Galicia litoral sorprenden. La costa baja y luminosa de las rías, tan densamente poblada, convive con bosques cerrados, montañas de perfil contundente y una vida natural en estado primigenio. Y todo, a pocos kilómetros de distancia.

Al otro lado del Castrove, frente a la ría de Pontevedra, el costado sur del monte acoge una curiosa plantación: el bosque de secuoyas de Poio. Fue plantado en 1992 para conmemorar el Quinto Centenario de la llegada de Cristóbal Colón a América. De hecho, el nombre oficial de este pareje es Bosque de Colón. Consta de 500 ejemplares de la especie Sequoya sempervirens que fueron regalados por el gobierno de Estados Unidos.

Conocido popularmente como secuoya roja o secuoya de California, este árbol tiene su hábitat original en la costa oeste de Norteamérica, donde crece tanto en las tierras altas del interior como en las colinas frente al océnao Pacífico. Se distingue por su altura, la mayor de todas las especies arbóreas que habitan la Tierra. También es notable su potencial de longevidad: se han localizado ejemplares de más de ¡3.000 años! Según este estándar, las secuoyas de Poio todavía son bebés, auqnue ya muestran unas dimensiones y un porte que impresionan.

Alineado en perfecto orden frente a las aguas de la ría, el Bosque de Colón nos recuerda otro aspecto interesante: la buena convivencia de las secuoyas con los entornos de viñedo. Quizá es que guardan en el interior de sus gruesos troncos rojizos la memoria de su entorno originario, cerca de los valles de viña de Sonoma, Napa, Petaluna, Carneos, Mendocino o Russian River. De hecho, los climas de la costa al norte de la bahía de San Francisco y de las Rías Baixas son similares, aunque en los viñedos de albariño llueve más. Nuestras secuoyas viven, así en un entorno algo más húmedo pero con una buena compañía parecida: la cultura de la vid y el vino.

tipos de secuoyas