Nos acercamos a La Cité du Vin justo a un año de su inauguración, y coincidiendo con la celebración de Vinexpo, la gran feria bienal de Burdeos. ¿Qué ofrece este centro cultural a los aficionados del vino de todo el mundo? Su objetivo es mostrar la riqueza de las culturas y la experiencia del vino a través de todas sus geografías y de todas las épocas. Lo hace en el mejor lugar posible: entre el viñedo del Médoc y los muelles del estuario del Garona, justo donde hace tres siglos el comercio del vino sentó las bases sobre las que aún opera en la actualidad.
La espina dorsal de la Cité du Vin es su llamada Ruta Permanente, un trepidante itinerario sensorial de más de dos horas compuesto de 20 espacios temáticos. Sus abundantes recursos interactivos nos dan a conocer aspectos muy diversos: los diferentes terroirs vitícolas del mundo, la espirituralidad del vino, las diversas formas de elaborar en diferentes lugares y momentos históricos, los personajes clave, la evolución de las tendencias, la aventura de la cata... Es especialmente impactante la sección llamada À bord, donde para entender la importancia histórica de Burdeos y su comercio vinícola, los visitantes se convierten en marinos mercantes virtuales. ?Embarcados? en un navío de época, vivirán la extraordinaria aventura del intercambio del vino a lo largo y ancho de los océanos del mundo.
El contenido de la Cité se completa con exposiciones y eventos temporales, con un programa de visitas para conocer las viñas y los famosos châteaux de la región y con una buena oferta gastronómica en la que, no podía ser menos, destaca la oferta vinícola. Tanto en el restaurante del complejo como en el estupendo ?bar-à-vins? se puede degustar una amplia muestra de vinos bordeleses y de todo el mundo.
Burdeos se confirma con La Cité du Vin en un destino privilegiado para todos los que amamos el vino. ¡Y relativamente cerca de casa!
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