El primer año de enoturismo.
A finales de 2015 abrimos a las visitas los antiguos calados de la Bodega Conde de los Andes, en Ollauri (La Rioja). Desde el principio, definimos una propuesta de enoturismo que combinaba carácter exclusivo, contenido de alto valor y un formato reducido. Ha sido un acierto, cuantitativa y cualitativamente. Al cabo del primer año, han pasado por la bodega, durante los días en que está abierta al público, 2.000 personas, distribuidas en grupos pequeños ?no más de 10 personas cada uno. Para visitar la bodega se requiere cita previa.
Quién viene a Conde de los Andes.
Acude todo tipo de personas, aunque estamos observando que cada vez hay más público especializado o con cierto nivel previo de cultura vitivinícola. Conocen el mundo de las bodegas y el enoturismo y vienen atraídos por la idea de hallar algo diferente. En este sentido, quedan plenamente satisfechos.
¿En qué consiste la visita?
Es un recorrido de casi un kilómetro lineal por los calados, cuya construcción abarca varios siglos. Trabajamos la visita en base a un guión bien asentado que, al mismo tiempo, ofrece mucha flexibilidad gracias al reducido tamaño de los grupos.
Así conseguimos que cada grupo viva su experiencia de forma única, con ese toque de exclusividad de una visita privada.
Lo que más gusta.
Destacan tres aspectos: la propia magia del lugar y de su historia; lo personal y cercano de la visita; y el factor sorpresa que aparece en determinados momentos.
¿Qué comenta el visitante?
Lo singular del lugar, en combinación con un formato que permite la conversación cercana, da pie a anécdotas y comentarios simpáticos.
· Unos visitantes vascos, por ejemplo, nos revelaron que el nombre del cerro bajo el cual se extienden los calados de la bodega, Churrumendi, podría referirse a "monte del chorro". Tiene todo el sentido, pues esta zona elevada del pueblo siempre ha acogido sus bodegas, donde la gente iba a esparcirse y "tomar del chorro".
· Cada visitante vive la experiencia a su manera. Para unos, los calados están llenos de romanticismo; a otros les recuerdan escenas de películas de misterio y terror; otros, incluso, reviven la épica de la serie Juego de Tronos.
· Recibimos a personas que ya habían estado en los calados hace años y que ahora los encuentran ?más sanos e iluminados?.
· A todos les llama mucho la atención y valoran enormemente poder probar in situ vinos de añadas antiguas, uno de los platos fuertes de la visita.
Cómo visitar Conde de los Andes.
Muy fácil, solo es necesario solicitarlo previamente en enoturismo@condedelosandes.com o llamando al 941 338 380.
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