Viña Eguía estrena imagen.
Un cambio de 'look' que va acorde con los tiempos y con la personalidad del vino. Para explicar su nuevo aspecto exterior, hablamos con sus creadores, el estudio de diseño MORUBA, uno de los equipos creativos más destacados de España.
¿Qué buscáis con el nuevo diseño de las etiquetas de la gama Viña Eguía?
Un gran objetivo: renovar el aspecto de la marca para alinearla con los valores de sus consumidores actuales. Para ello, no hay que perder el vínculo con lo que había antes. Se trata de conseguir un equilibrio con la propia tradición y con la proyección futura.
¿Con qué elementos habéis jugado?
En primer lugar, hemos dado un mayor protagonismo al símbolo de la "mano de la verdad". La palabra Eguía procede del término "egia", que en euskera quiere decir "la verdad". El significado es muy claro y directo: se trata de un vino honesto, que contiene autenticidad y honestidad. Esta connotación es tan importante que hemos decidido potenciarla con un escudo. Un escudo que, además, va cambiando de color según el tipo de vino, con tonos más llamativos en los jóvenes y colores más sobrios y clásicos en los vinos de crianza y reserva.
El tipo de letra también ha cambiado.
Efectivamente, esa es la segunda gran intervención. Hemos pasado de una letra romana a una tipografía de palo seco, muy contundente y, a la vez, muy moderna.
¿Qué aporta esta tipografía?
Un sentido de mayor actualidad, claridad y objetividad. La combinación entre el escudo, que remite a un mundo tradicional, y la letra de palo seco, en el estilo que profesionalmente denominaríamos "grotesco", aporta una imagen de mayor fuerza y relevancia. Parece como si dijera "soy una marca a la que tener muy en cuenta".
¿Qué os gustaría que pensara un consumidor al ver estas botellas?
Que se encuentra ante unos vinos con mucha personalidad, que apetecen y gustan a todos. Si es un aficionado al estilo clásico riojano, le entra muy bien la simetría y el equilibrio de elementos. Si se trata de un consumidor muy dinámico, de los que prueban vinos muy diferentes todo el tiempo, le atrae esa armonía tradición-modernidad. Y luego, el aspecto alegre y colorista de los Eguía más jóvenes llama mucho la atención a los públicos que buscan vinos frescos y accesibles.
¿Es necesario que el diseño de una marca de vino cambie con el tiempo?
Renovarse siempre es positivo. Algunas marcas piden cambios más profundos que otras, pero todas, en algún momento de su trayectoria, necesitan algún retoque. Al fin y al cabo, el vino es un producto vivo. Y los mercados, mucho más aún. Se trata de ofrecer una imagen acorde a nuestro tiempo sin perder los lazos con el origen y la historia de la marca.
A todos los lectores, un deseo: que disfruten de esta nueva etapa de Viña Eguía.
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