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Litología y viña, una relación estrecha

Litología y viña, una relación estrecha

El origen de los suelos de Rioja y Rías Baixas

La Península Ibérica es como una pareja de hermanas de edades muy diferentes. La mayor está en el oeste y tiene más de 200 millones de años. La más joven de la familia está sobre todo en la mitad este y su edad es mucho menor, no llega a 100 millones de años. En medio podríamos hacer hueco para un hermano más pequeño, casi un bebé de 10 millones de años. 

Quizá el lector ha adivinado que hablamos de la geología peninsular. Más en concreto, de la edad de su litología, la capa rocosa que forma la base física del territorio. La franja más antigua, que más o menos ocupa la mitad oeste ?y que incluye casi todo Portugal? se denomina ?Iberia silícea?. El nombre viene del compuesto mineral predominante en la zona, el sílice, que da origen a rocas como la cuarcita, las pizarras, el gneis y la más extendida: el granito.

En el este, las grandes cadenas montañosas, como los Pirineos, el Sistema Ibérico o la Cordillera Bética, se formaron hace 50 a 100 millones de año y su material predominante es la caliza. Por eso a esta zona se la denomina ?Iberia calcárea?. 

La tercera Iberia es la llamada ?arcillosa?. Corresponde a las depresiones interiores y a las grandes cuencas fluviales. Se formó hace relativamente poco tiempo, entre 1 y 20 millones de años atrás, por la erosión de sustratos calcáreos anteriores.

Litología y viña, una relación estrecha

Litología y viña


Todo esto es crucial para el viñedo. El sustrato rocoso genera determinados tipos de suelos y, como es sabido, los suelos constituyen un elemento fundamental del terroir.

Nuestras dos zonas principales de producción, Rioja y Rías Baixas, se encuentran respectivamente en la Iberia arcillosa y en la lberia silícea. Sus diferentes perfiles minerales afloran en superficies completamente diferentes. 

En Rioja Alavesa, los suelos son de arcilla (el tipo de textura más fina) y su sustrato es calcáreo, generado por la erosión de la cordillera caliza que cierra la comarca por el norte: las características rocas claras de las sierras de Toloño y Cantabria. En Rioja Alta, algunos suelos son también arcillo-calcáreos, mientras otros son de tipo arcillo-ferroso, por su componente de hierro, que aflora en terrenos rojizos.

Las variedades autóctonas riojanas, como la tinta tempranillo y la blanca viura, muestran una afinidad total con estos suelos arcillosos y calcáreos, de distintiva tonalidad marrón claro, que drenan bien y al mismo tiempo son capaces de retener un aporte de humedad en los cálidos veranos.

¿Y en Rías Baixas? Al estar enclavada en la gran región silícea peninsular, los suelos son mayoritariamente graníticos. Se muestran de color gris oscuro y con una textura arenosa, es decir, con una granulometría más gruesa que la arcilla. En Galicia, las arenas de granito suelen recibir en nombre de ?xabre?. Forman suelos muy característicos, de los que la variedad albariño obtiene una alta acidez y un perfil salino y mineral.

Estas imágenes comparan ambos tipos de suelos, a partir del ejemplo de Elciego, Rioja Alavesa (izquierda) y el Val do Salnés, Rías Baixas (derecha):

Litología y viña, una relación estrecha

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