Sabíamos también que la clave estaba a nuestros pies, en el suelo. Y más específicamente, en la temperatura de la tierra que pisábamos. Lentamente, día tras día, la matriz arcillo-calcárea del viñedo iba calentándose. Por fin, casi por sorpresa, alcanzó el nivel necesario para activar la savia durmiente en el interior del tronco leñoso.
Muy pronto, ese líquido vivo asomó por las incisiones que la poda de invierno había causado en los sarmientos. Brillantes lágrimas salieron a la luz para convertirse, al cabo de poco, en diminutas yemas o ?borras? que al calor del primer sol primaveral fueron hinchándose.
Nos gustaría algún día colocar una cámara fija mirando los brazos de la cepa, filmando su desarrollo, asistiendo al pequeño milagro. Y ver después a gran velocidad cómo las yemas van abriéndose, aumentando de tamaño, desplegándose en pequeños pámpanos cubiertos de vello suave, brotando en una explosión de verde tierno.
De momento nos conformamos con unas imágenes de la brotación tomadas por nuestro equipo de viñedo tanto en los alrededores de Elciego (Rioja Alavesa) como en la finca que Muriel Wines ha adquirido recientemente en las laderas del Monte Yerga, en la zona oriental de La Rioja.
6 de marzo en Rioja Alta
16 de marzo en la zona oriental de Rioja
24 de marzo en Rioja Alta
3 de abril en Rioja Alta
20 de abril en Rioja Alta
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