El largo invierno finlandés extiende un manto blanco que llega a dañar los ojos, pero Kaarlo ama la nieve: ?tiene propiedades aislantes y al final, es el único método realmente eficaz para evitar que mis cepas se hielen?. Paradójicamente, lo que más teme es el sol. En primavera los rayos solares ya son muy potentes y aceleran el crecimiento de las yemas en un momento en que el suelo aún está congelado.
El caso extremo de este viñedo casi ártico nos sirve para hablar de la nieve en las viñas de nuestras latitudes. Y de sus efectos beneficiosos. Hemos despedido 2017 con alguna nevada y con una buena acogida general: la nieve tiene buena fama entre los que nos dedicamos a la vitivinicultura. ¿Por qué?
Por supuesto, la primera razón es que las precipitaciones de nieve suponen un incremento notable de las reservas hídricas con las que contarán las vides. Al fundirse progresivamente, como en una larga secuencia de cámara lenta, la nieve se aprovecha en un alto porcentaje, teniendo en cuenta además que con las bajas temperaturas la evaporación es muy escasa. El agua va penetrando en el suelo e hidratando todas sus capas. Para las nuevas plantaciones, será fundamental disponer de un terreno tan bien nutrido.
Otra de las consecuencias positivas de la nieve se observa en la salud de la viña y de las cepas. La nieve desinfecta el suelo y acaba con los insectos que parasitan las cortezas y troncos de la planta y que, en primavera, se alimentan de los borrones más tiernos.
La nieve también contribuye a regularizar el ciclo natural del viñedo. Ante un escenario de aumento paulatino de las temperaturas medias, la nieve tiene un papel importante para ?congelar? el ciclo de la vid. Las plantas entran así en el periodo de descanso normal que necesitan para reiniciar su desarrollo con las primeros ascensos de temperatura entre marzo y abril.
Que nieve es bueno para el viñedo. Y estético: mirad qué buen aspecto tenía nuestra gran finca de Yerga tras la nevada del 1 de diciembre de 2017. No fue abundante pero sí muy bien recibida. Venimos de un largo período de sequía y cualquier precipitación es más que buena. Esperemos que el nuevo año 2018 nos traiga más.
También te puede interesar: