¿Por qué la tempranillo tiene su propio día?

Es probable que el pasado 14 de noviembre te tomaras un vino de Rioja. Es posible que, incluso, ese vino fuera un tinto Muriel, de Conde de los Andes o de Viña Eguía. Si así fue, que sepas que, conscientemente o no, te uniste a la celebración del Tempranillo Day, una iniciativa surgida en Estados Unidos que el segundo jueves de noviembre promociona y festeja la variedad de uva tinta más extendida de Rioja y de España, y la cuarta de todo el mundo.

De tempranillo son la mayoría de los grandes vinos españoles, esos que alcanzan las más altas puntuaciones de la crítica. Es el caso, entre otros, de Viña Muriel Gran Reserva 2006 (con 94 puntos Suckling y otros 94 puntos Decanter), de Muriel Viñas Viejas Gran Reserva 2010 (93 puntos Meininger) o de Conde de los Andes 2001 (94 puntos Parker). Pero a la vez también de tempranillo suele ser el vino que encontramos por un precio asequible en la mayoría de nuestras tiendas, bares y restaurantes de cabecera.

¿Qué ha hecho de esta uva una variedad tan extendida y popular? Seguramente, su gran versatilidad: es capaz de adaptarse a lugares y climas diversos, y a expresarse de formas muy diferentes.

La mejor cara de la tempranillo aparece cuando se cultiva en los terruños adecuados, bajo un clima fresco y con marcada oscilación térmica entre el día y la noche. También cuando no se fuerza su rendimiento. Y, cómo no, cuando las vides llegan a una cierta edad. Entonces los tintos de tempranillo pueden alcanzar unas virtudes notables: equilibrio, notas frutales muy agradables, recuerdos especiados y estructura.

Esto es lo que ocurre en los mejores viñedos y en las fincas más singulares de Rioja, donde las cepas de tempranillo despliegan una especie de conexión total con los suelos arcillo-calcáreos y el clima mediterráneo con cierto influjo atlánticos, debido a su norteña latitud y a su proximidad al mar Cantábrico. Un zona quie ejemplifica de maravilla esta adaptación al terroir es nuestra finca de El Gallo, en Elciego, donde cultivamos 24 hectáreas de tempranillo plantadas en su mayoría en 1973. Como afirma Chema Ryan, enólogo de Muriel Wines, El Gallo es ?un icono que representa la esencia del tempranillo de Rioja Alavesa?. ¿Y eso por qué? Muy fácil, para Chema ?es la uva que me recuerda el sabor de siempre. Si me preguntan que defina una uva o un vino de tempranillo de Rioja Alavesa y en concreto de Elciego, me voy a esas cepas viejas de El Gallo.?

Hileras de cepas de tempranillo en la zona de El Gallo, en Elciego (Rioja Alavesa)

En toda España, la extensión de viñedo plantado de tempranillo suma la apabullante cifra de 215.000 hectáreas. Como el tamaño de una provincia pequeña. Está muy presente en todas las regiones productoras de la Meseta Norte: Arlanza, Toro, Cigales y, por supuesto, en la Ribera del Duero. También es frecuente en La Mancha. En Portugal se la llama aragonez o tinta roriz, dependiendo de la zona. Incluso hay plantaciones modernas de tempranillo en Australia y en Estados Unidos. Pero es en nuestros carasoles de Rioja Alavesa, en nuestras lomas y parcelas aterrazadas que dan a los barrancos que bajan de la sierras de Cantabria y Toloño, donde la tempranillo alcanza la cumbre de la afinidad con el clima y el terroir. Y la prueba de esta armonía sin igual son unos vinos de un refinamiento y un equilibrio unicos en el mundo.