Os proponemos una selección de cosecha propia.
Pazo Cilleiro 2016
Es el vino blanco gastronómico por naturaleza, pues parece creado para disfrutar de la cocina marinera. Vivo, fresco, redondo, perfumado de aromas frutales y lleno de un agradable sabor que armoniza de maravilla con arroces, todo tipo de pescado y, muy especialmente, marisco al vapor y a la parrilla. Pazo Cilleiro es como la imagen de un atardecer ante el azul del mar. Intenso, relajante, placentero y con personalidad.
Viña Eguía Rosado 2016
Pensad en un picnic bajo un pinar, al lado de un arroyo, con los pies notando la hierba mullida y fresca. En la mano solo podemos tener una copa de un rosado sabroso, pletórico de jugo de fruta, de aromas de fruta, de pura fruta veraniega. Qué forma tan rica de aliviar la sed y disfrutar. Otra idea: tomadlo al anochecer, en la terraza de un tabernita costera, acompañando unas ensaladas, un plato de cremosa pasta o una deliciosa pizza artesana.
Conde de los Andes Semidulce 2003
Sus toques dulces, su acidez, su frescura, sus sensaciones envolventes, increíblemente apetitosas. Todo hace de este vino una singular propuesta para acompañar entrantes de fruta, meriendas sofisticadas y postres de pastelería. El lado más goloso ?y también más elegante? del verano tiene un vino propio, Conde de los Andes Semidulce. Una pequeña joya para disfrutar y sorprender. Servidlo frío pero no helado: a unos 10º estará perfecto.
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