El diseño de la etiqueta, en 2014, fue un gran acierto de comunicación. No buscábamos espectacularidad ni un impacto inmediato. Queríamos trasmitir verdad. Y hacerlo de forma tranquila, a partir de un mensaje profundo, que calara con el tiempo. La ilustración paisajística nos permitió hallar un lenguaje emocionante, cercano y a la vez intemporal.
La Sierra de Cantabria enmarca el panorama. El pueblo de Elciego, con la bodega y la imponente iglesia, se sitúa en el centro de la composición, rodeado de un entorno de viña. En primer plano, el río Ebro con su curso impasible y benefactor. Es una interpretación bella y libre de nuestro origen geográfico. Su autor, el artista noruego Martin Morck, consiguió captar lo que nos hace más singulares. Y el estudio de diseño, Moruba, dio a toda la estructura gráfica de la etiqueta un tono equilibrado, duradero, ajeno a modas. Simplemente auténtico.
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