Presente y futuro de la Fundación Maga
Queremos mantener una relación directa con las comunidades que ayudamos"
Natalia y Javier Murúa nos cuentan en qué momento se encuentra la Fundación Maga, justo cuando esta entidad sin ánimo de lucro fundada por la familia Murúa está a punto de cumplir su primera década de actividad.
¿Cómo definís Fundación Maga?
Es una fundación familiar de apoyo a la educación y la infancia en Sierra Leona y Camboya. Nació como homenaje y recuerdo de nuestra madre: ella fue quien más nos inculcó el valor de la cooperación y ayuda al prójimo. Con el paso del tiempo, Fundación Maga nos ha permitido actuar de una forma cercana y efectiva.
¿Cuál es el balance a punto de cumplir 10 años desde que se creó Maga?
Muy positivo; hemos construido y rehabilitado más escuelas que las que soñamos cuando comenzamos este proyecto. Casi 1.000 niños tienen ahora acceso a una educación de calidad que les ayuda a crecer y tener la posibilidad de construirse un futuro con más oportunidades.
Además, hay que destacar el trabajo de los misioneros/as y voluntarios/as: hacen posible que los proyectos se lleven cabo, que las escuelas funcionen, que los niños estén atendidos. Con ellos allá todo es más fácil para nosotros.
Niñas en la escuela de Lunsar, en Sierra Leona, un centro que rehabilitamos a principios de 2018
¿Con qué objetivos se encaran los próximos 10 años?
Nos gustaría afianzar los proyectos existentes y darles continuidad. No pretendemos crecer en número de proyectos, nos gusta mantener un trato directo con cada una de las comunidades que ayudamos, visitarles al menos una vez al año e intentar facilitarles las infraestructuras necesarias para crecer. Si ayudamos a los niños/as de una comunidad a acceder a una educación de calidad, a medida que crezcan ellos mismos serán los que ayuden a evolucionar y fortalecer su propio entorno. Es ahí donde creemos que se encuentra el cambio.
Personalmente, ¿qué proyectos os han marcado más?
Quizá el primer proyecto en cada país: fue donde percibimos con mayor intensidad el valor de los proyectos. Y el sentido y valor de Fundación Maga.
Más allá de esto, la verdad es que es imposible elegir. Cada actuación ha sido y sigue siendo especial, tanto por el proyecto como por las personas que se han implicado en él. Todos nos han ayudado a entender mejor la situación de cada país y comunidad. Y sentir la gratitud de las poblaciones locales es algo muy especial.
Voluntarios locales en la escuela rural de Odam Chrey, en Camboya
¿Una experiencia o situación especialmente relevante?
Hay muchas, sobre todo aquellas que te hacen descubrir una realidad de la que hemos sido tan ajenos. Por ejemplo, cuando te das cuenta de que en Sierra Leona los niños caminan dos horas para ir a la escuela. O que las niñas, muchas veces, ni siquiera pueden asistir porque tienen que ir al río a por agua para su familia. O ver como los niños mutilados por minas antipersona se ayudan entre ellos y consiguen salir adelante.
El aspecto de las infraestructuras tiene una importancia clave. Tanto en Camboya como en Sierra Leona, a la hora de construir las escuelas hay que tener en cuenta la estación, porque durante la época de lluvias es imposible hacer nada. La escuela de Kathombo, en Sierra Leona, está en una zona tan remota y de tan difícil acceso que ni los todoterrenos podían acceder. Los propios habitantes bajaban al río a por piedras y arena, cargaban en sus cabezas sacos de 50 kilos y los subían a la aldea, donde fabricaban el cemento para construir la escuela.
En el plano más personal, es tal el vínculo con los proyectos y las realidades locales ¡que incluso Javier fue a casarse a Sierra Leona! Al banquete asistieron 1.000 personas que se acercaron de aldeas cercanas. A su vez, nuestra otra hermana, Elena, se casó en Camboya con una celebración muy bonita y tradicional.
¿Qué os gustaría conseguir con Maga?
Sobre todo saber que los niños y niñas a los que hemos ayudado tienen un futuro más esperanzador gracias a la educación. Las escuelas no solo son el lugar al que van a aprender o dónde se les ofrece un futuro mejor, también son el rincón donde pueden sentirse niños y por unos momentos olvidanr las situaciones que viven en su contexto familiar y social.
Creemos que la educación es un medio fundamental para promocionar la paz, la resolución pacífica de conflictos, el respeto y la tolerancia. Nuestro papel es muy pequeño en comparación con otras organizaciones, pero si logramos hacer más visibles a los invisibles y los problemas que vemos en los lugares que visitamos, quizás las personas sean más conscientes de ellos y logremos disminuir las diferencias entre países desarrollados y subdesarrollados.
¿Qué se necesita para ello? ¿Cómo se podría tener más visibilidad, más repercusión?
El objetivo no es la visibilidad en sí misma, sino dar a conocer Fundación Maga para incrementar la generación de recursos. Dado que nuestra financiación depende de la venta del vino propio de la Fundación, que elabora en Rioja el grupo familiar Muriel Wines, nos interesa llegar al mayor número de consumidores y aficionados al vino. Queremos que todas esas personas susceptibles de conocer, probar y adquirir el vino entiendan el valor real de su compra: financiar los proyectos de Fundación Maga.
Más información sobre la Fundación Maga en www.fundacionmaga.org
Recientemente el blog Fashion Blend, escrito por Patricia González dentro de la comunidad Look & Fashion de Hola, ha publicado una estupenda entrevista a Natalia Murúa. Las fotografías que siguen pertenecen a esta publicación.
En la imagen superior, Natalia Murúa en la presentación de Fundación Maga en el marco de una visita de periodistas y blogueros el mes de septiembre de 2018.
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