Lo hemos disfrutado en merenderos de interior, en playas de ríos y lagos, en barbacoas familiares, también en terrazas urbanas y en fiestas con amigos, pero donde mejor entra es frente al mar, en chiringuitos o restaurantes de mantel blanco, en cubiteras de lujo y en cubos festeros llenos de hielo. Con tapas de pescadito frito y con marisco de las Rías Baixas.
Las Rías Baixas, claro, de ahí vienen las uvas de albariño. Por eso Pazo Cilleiro funciona tan bien con pulpos y mejillones, almejas y gambones. Pero la albariño es una vaiedad viajera y comparte ese espíritu cosmopolita tan propio de Galicia. Así que hemos encontramos nuestro vino en locales de la costa valenciana, entre pintxos vizcaínos, en barras gaditanas y en tavernas en calas escondidas de Mallorca. También en parques londinenses y canales holandeses, en salas de concierto de Australia y en veleros amarrados en puertos californianos.
Nuestro albariño en American Airlines
Precisamente si vamos a California o a cualquier otro destino norteamericano volando con la compañía American Airlines, en los próximos meses podremos pedir Pazo Cilleiro en clase Business. Imáginate sobrevolar el Gran Cañón o el Delta del Mississippi o la región de los Grandes Lagos mientras degustas una copa de nuestro albariño: ¡placer de altura!
90 puntos Suckling
En su última y exhaustiva evaluación de vinos españoles, el crítico norteamericano James Suckling destaca Pazo Cilleiro con 90 puntos. Esta es su valoración: "Aparecen aromas a pera y manzana en nariz, con una sensación jugosa y suculenta y una gran cantidad de melocotones blancos. Tiene buena profundidad."
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