En pocos días, hacia mediados de septiembre, va a dar comienzo la recolección de la uva en nuestros viñedos riojanos más orientales, situados en las faldas de la sierra de Yerga.
Seguiremos pocas jornadas más tarde con las viñas de Rías Baixas (Galicia), con las que elaboramos el albariño Pazo Cilleiro. Y a finales de septiembre la cosecha se generalizará en Rioja Alta y Alavesa. Las fincas de Conde de los Andes serán vendimiadas previsiblemente durante la primera quincena de octubre.
Son momentos de nerviosismo, emoción e ilusión. Todo hace prever que la añada 2018 tendrá una calidad alta, tras un ciclo difícil y complejo. Los viticultores han tenido que hacer un gran esfuerzo para contener los posibles efectos perjudiciales de una combinación peligrosa: exceso de humedad y unas temperaturas cortas al inicio del verano.
El viñedo suele responder a la dedicación más extrema y esmerada con su mejor cara: una uva finalmente sana y de buenas cualidades. Lo vamos a comprobar pronto.
En la espera, os dejamos aquí un testimonio gráfico de la vendimia de 2017 en la gran finca de El Gallo, en el sector occidental de nuestro pueblo, Elciego (Rioja Alavesa). De estas uvas tempranillo procede buena parte de los vinos tintos de crianza de Muriel y de Viña Muriel.
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